Lewis Hamilton: del Olimpo de la F1 al laberinto de Ferrari
Lewis Hamilton, el piloto más laureado en la historia moderna de la Fórmula 1, vive una temporada 2025 marcada por la frustración, la falta de resultados y una creciente ola de críticas. Su esperado debut con Ferrari —una escudería que también arrastra años de irregularidad— ha resultado ser, hasta el momento, más un experimento fallido que una nueva era dorada para el británico.
En lo que va del campeonato, Hamilton no ha logrado subir al podio ni una sola vez, una rareza estadística en la carrera del heptacampeón. Con 125 puntos, ocupa la sexta posición del campeonato mundial de pilotos, claramente superado por su compañero de equipo, Charles Leclerc, quien suma 173 unidades y cinco podios, aunque tampoco se encuentra en lucha directa por el título.
Este contraste ha generado una oleada de comentarios tanto dentro como fuera del paddock. Pero uno de los análisis más directos —y polémicos— ha llegado desde la voz de Derek Daly, expiloto de F1 y actual analista del deporte, quien no se guardó nada al evaluar el presente del británico y el rol de Ferrari en su aparente declive.
Daly, sin filtros: “Hamilton ya no es el de antes… y Ferrari no lo ayudará a volver”
En una entrevista concedida al portal especializado RacingNews365, Daly, de 72 años y con experiencia en equipos como Williams y Tyrrell entre 1978 y 1982, lanzó una crítica sin anestesia:
“Ferrari es el equipo que más problemas tiene actualmente en la parrilla. No creo que vayan a tomar las decisiones necesarias para solucionarlos. Y sobre Hamilton… sus mejores días ya quedaron atrás. Nunca volverán”.
Para Daly, la cuestión no es únicamente el bajo rendimiento del monoplaza SF-25, sino una realidad más profunda e incómoda: la inevitable decadencia física y mental que llega con el paso del tiempo, incluso para los más grandes.
“Hay un momento en la carrera de cada atleta en el que sus reflejos, su intuición y su capacidad de respuesta ya no están a su nivel máximo. Lewis fue una figura transformadora dentro y fuera de la pista, pero esa versión suya ya no existe. Ferrari lo fichó más por razones de imagen que por una apuesta deportiva real”, sentenció.
El peso de las expectativas: ¿una apuesta de marketing disfrazada de estrategia?
Cuando en 2023 se anunció el fichaje de Hamilton por Ferrari para la temporada 2025, el anuncio sacudió el mundo del automovilismo. El movimiento representaba la unión entre una de las figuras más grandes del deporte y la escudería más legendaria de la F1. La ilusión era inmensa tanto entre tifosi como entre los seguidores del británico, quienes veían en esta alianza la posibilidad de un nuevo renacer competitivo tras años de frustraciones con Mercedes.
Sin embargo, el rendimiento del coche ha sido decepcionante. Ferrari no ha logrado ofrecerle a Hamilton un monoplaza capaz de luchar consistentemente en el Top 3, mientras que las estrategias cuestionables y las decisiones internas han incrementado la presión sobre el equipo técnico y los pilotos.
A su vez, la sombra de Carlos Sainz —el piloto que Hamilton reemplazó en la Scuderia— sigue presente. Muchos analistas apuntan que con el español, Ferrari lograba mejores resultados globales y una mayor estabilidad dentro del equipo.
El legado de un campeón: estadísticas que desafían al presente
A pesar del duro momento que atraviesa, Hamilton sigue siendo una leyenda viviente en el mundo del automovilismo. Sus números hablan por sí solos:
Su impacto ha trascendido las pistas: fue el primer piloto de color en ganar un Mundial, se ha posicionado como un defensor activo de causas sociales y ambientales, y ha logrado expandir la imagen de la Fórmula 1 hacia nuevos públicos, incluyendo el mundo de la moda y el entretenimiento.
Por todo esto, para muchos, resulta prematuro hablar de un “final deportivo” mientras Hamilton siga activo y comprometido. Otros, sin embargo, coinciden con Daly en que el mejor momento del británico ya pasó y que su actual rendimiento podría ser la evidencia más clara de ello.
¿Y ahora qué? Futuro incierto para Hamilton y Ferrari
Lo cierto es que aún quedan varias carreras para intentar revertir esta tendencia, pero el tiempo y los puntos en juego empiezan a jugar en contra. Ferrari, por su parte, enfrenta una disyuntiva clave: rediseñar su filosofía competitiva o seguir atrapada en una estructura que parece estancada. Para Hamilton, el desafío es doble: volver a ser competitivo y demostrar que, incluso en el ocaso de su carrera, aún puede brillar.
Derek Daly ha abierto un debate que muchos preferían evitar. La pregunta ya no es si Lewis Hamilton sigue siendo el mismo de antes. La verdadera cuestión es si Ferrari fue el lugar adecuado para escribir el último capítulo de una carrera legendaria.